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Qué tan malo es el porno para los adolescentes

Gran parte del debate sobre la pornografía se ha centrado en el daño potencial que esta puede ocasionar en los adolescentes, pero muy pocas personas han entrevistado a este sector. Como parte de nuestra investigación, preguntamos a los adolescentes sobre sus experiencias con la pornografía y descubrimos que muchos tienen una comprensión matizada de los riesgos, pero también de los beneficios.

En nuestro proyecto, preguntamos a 108 padres y adolescentes de países como Australia, Grecia, Noruega e Irlanda qué pensaban sobre el contenido sexual en línea. Hablamos con 50 adolescentes australianos (de 11 a 17 años) a través de entrevistas y grupos de discusión sobre sus percepciones de la pornografía.

Descubrimos que los adolescentes tienen opiniones muy variadas sobre la pornografía y el sexting. Y que algunas de esas opiniones eran positivas.

Por ejemplo, muchos jóvenes reconocen algún beneficio de poder acceder a la pornografía como fuente de conocimiento, en particular cuando no se habla de sexo en las escuelas.

Miles, de 16 años, dijo que acceder a la pornografía puede ser útil:

“Mucha gente no sabe mucho [sobre sexo], pero en este punto diría que sería bueno para los menores de 16 años [acceder a la pornografía] simplemente por la falta de educación real que se recibe en la escuela al respecto”.

Aprenderlo en clase sería mejor. Sé que podría parecer incómodo, pero es mucho mejor que simplemente encontrarlo en línea y llevarse una sorpresa

-Lauren, 13 años

Los adolescentes también perciben la incomodidad tanto de los educadores como de los padres al hablar de sexo y pornografía. Warren, de 17 años, dijo:

“Hablar con otras personas sobre [sexo] es bastante incómodo, pero si lo miro, aprendo mejor”.

La pornografía puede ofrecer representaciones más accesibles y explícitas del sexo y los cuerpos que las escuelas no pueden ofrecer. Caris, de 15 años de edad, creía que la pornografía podría ser un buen recurso para aprender sobre “el placer [y] el placer propio”. Dijo que la pornografía puede ayudar a “aprender qué hacer”.

Tiffany, de 14 años, estuvo de acuerdo en que podría ser instructivo:

“Puede ayudarte a descubrir qué te puede gustar o no, según tus preferencias”.

Copiar lo que ven

Claramente, esas perspectivas no están exentas de riesgos. Otros adolescentes reconocieron los impactos potencialmente dañinos de la pornografía, como la falta de uso de condón, la cosificación de las mujeres, la falta de consentimiento negociado en la pantalla y las preocupaciones de que otros puedan copiar los actos que ven en la pornografía. Levi, de 12 años, dijo:

“En esos videos, nunca hablan realmente sobre el consentimiento, simplemente lo hacen. Siento que te haría daño de esa manera, si no estás educado de otra manera”.

Tiffany dijo:

“Mucha gente sabe que esto no es realista, pero hay algunos que piensan, ‘Dios mío, así es como debería ser todo el mundo’, lo que puede ser perjudicial para bastantes personas”.

En nuestro nuevo estudio recomendamos que los responsables de las políticas y los investigadores escuchen a los adolescentes, dando más importancia a sus experiencias de primera mano que a las declaraciones de segunda mano.

Algunos ejemplos de experiencias incluyen la perspectiva de Lauren (13 años):

“Puede ser impactante al principio y muestra el lado malo y todo eso, así que aprenderlo en clase sería mejor. Sé que mucha gente lo haría sentir incómodo y vergonzoso, pero creo que es mucho mejor que simplemente encontrarlo en línea y simplemente llevarse una sorpresa real primero porque al menos estás preparado […]”

¿Entonces, qué tan dañina es la pornografía?

Aunque la pornografía suele considerarse perjudicial, no está claro el alcance real del daño que causa.

Algunas revisiones sistemáticas sostienen que los vínculos entre la pornografía y la violencia sexual son inconsistentes y carecen de vínculos causales.

Incluso las investigaciones sobre la relación entre la pornografía y la aceptación de los mitos sobre la violación han sido contradictorias.

En nuestro estudio, los adolescentes creían en su mayoría que los adultos en sus vidas exageraban los daños.

Muchos jóvenes ven algún tipo de beneficio en poder acceder a la pornografía como fuente de conocimiento, sobre todo cuando no se habla de sexo en las escuelas

Aunque se han asignado fondos y recursos a la verificación de la edad para regular y proteger a los jóvenes, los adolescentes creen que es mejor prestar atención a la educación. Y esto es especialmente así cuando se evitan las conversaciones sobre sexo en ciertos hogares.

Necesitamos una alfabetización sobre la pornografía que complemente la alfabetización mediática y que no se limite a referirse a toda la pornografía como sexo “irreal”. Debería ayudar a los jóvenes a tomar decisiones informadas sobre lo que pueden haber buscado o que sus compañeros les hayan mostrado.

Esto es particularmente importante cuando los jóvenes parecen anhelar representaciones y conocimientos más explícitos sobre el sexo y no pueden encontrar esa información en otro lugar, en particular en el caso de los grupos minoritarios.

Se debe proporcionar a los jóvenes las herramientas para que decidan lo que es mejor para ellos personalmente.

* Académicas de la Universidad Edith Cowan. Traducción de El Sol de México.

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